Equipo de Expertos en Educación
Equipo de Expertos en Educación de la Universidad Internacional de Valencia.
Los docentes deben hacer
tensión entre dos elementos imprescindibles en el ejercicio de su profesión. El conocimiento y el pensamiento deben articularse para que la información se
transforme en algo más que un cúmulo de datos en la memoria. Por esta
razón, y tal como lo plantea Francesc
Martínez-Olmo, las transformaciones tecnológicas por sí solas no transforman el aprendizaje.
Un profesor universitario está en la obligación de usar los datos para
convertirlos en ideas. Esto quiere decir que la información debe convertirse en una base para proponer nuevas formas de pensar. La forma en que afecten o dejen de afectar
los fenómenos de lo real será producto del modo en que sean abordados.
El conocimiento y el pensamiento son dos herramientas imprescindibles para los profesores. Sin embargo, no deben confundirse: en su significado individual, ambas se relacionan
y se necesitan. El conocimiento, como esa fuente ineludible de datos, necesita del pensamiento como dispositivo de procesamiento de esa información.
Un profesor no puede limitarse a proyectar en sus estudiantes más que datos. Un depósito de información puede encontrarse en un amplio archivo, profundo y superficial a la
vez: el internet. Cuando esos datos son pensados desde la
creatividad de cada estudiante pueden transformarse en algo más.
En este sentido, la tarea del profesor es motivar desde su propio pensamiento el pensamiento de sus alumnos. De ese modo, los datos pasan de un archivo pasivo al movimiento de
las ideas que los convierten en una forma con contenido. La motivación
pasa por lograr que cada estudiante vea en sí mismo el potencial de comprender
ideas y crear las propias. Uno de los descubrimientos más significativos de una persona es su propia inteligencia. Los alcances que con ella pueda tener en el ámbito personal y
colectivo contribuyen con una autopercepción más sólida de las capacidades. Principalmente, si eso implica ser reconocido por ayudar a otros.
A
lo largo de la historia de la filosofía el pensamiento ha ayudado a definir los aspectos de la realidad, tanto los que son palpables como los que no. Para que esas
definiciones o acercamientos tengan lugar, ha sido necesario un proceso profundo de reflexión. Es esto lo que conocemos como pensamiento. La capacidad de observar con distanciamiento los objetos, personas, sentimientos, de modo que
puedas tener un panorama más evidente de sus características y sus relaciones.
Como profesor, has de distanciarte para poder exponer las ideas que quieres transmitir. Los prejuicios personales pueden dificultar el pensamiento, porque la subjetividad es el dispositivo que captura las ideas y del que debes distanciarte
para liberarlas. El distanciamiento es, entonces, ese pilar del pensamiento que todo docente debe manejar sin prejuicios para procurar que sus estudiantes desarrollen un
criterio propio.
Tanto en México como en Argentina hay artistas y científicos que han logrado una conjunción acertada entre el contenido y la forma. Es
decir, entre los datos y el pensamiento. Porque no hay duda de que el pensamiento es el gran productor de formas a partir de los datos que recoge de lo real. Un ejemplo de ello
es la filosofía, la ficción, las matemáticas, el arte.
Esta es la razón por la que el mundo ha logrado transformarse a lo largo del tiempo. Un docente tiene la tarea de transmitir a sus estudiantes el procedimiento por el que se
dan estas transformaciones y no solo nombrarlas. Es así como ellos
percibirán el trabajo de pensar que se requiere para que los cambios
puedan gestarse.
Existen algunos ejemplos, tanto en Argentina como en México, que un profesor puede usar para ejemplificar la importancia de desarrollar un sentido crítico. Mostrar casos donde
los estudiantes puedan percibir cómo la materialidad de los cambios comienza con
las ideas que surgen del uso de los datos:
Los ejemplos anteriores demuestran cómo el pensamiento libera su potencia. Es decir, cómo el conocimiento, que remite a datos,
estadísticas o información, se convierte en conceptualización. Un fenómeno que tiene una apariencia descriptible y clasificable puede pasar a ser un fenómeno
que relaciona sus características con las de otros fenómenos.
Este es el procedimiento para dar lugar a una idea: la manifestación elemental
del pensamiento. Y este, a su vez, aparece para producir más conocimientos. Entonces, se podría definir como un conjunto que pertenece a la memoria; como un archivo que
necesita relacionarse con otros conocimientos. En esta relación, se produce pensamiento como una especie de reciclaje que da lugar a nuevas perspectivas.
Si tu pasión es la docencia, debes saber que el mayor reto que enfrentarás es enseñar que los diferentes saberes pueden tener puntos de encuentro. Las semejanzas que alguien pueda percibir entre un hecho artístico y
uno científico, por ejemplo, se convierten en el nacimiento de una idea.
La docencia muchas veces se
subestima. Quizá has notado que cuando una persona dice que imparte clases, en cualquier nivel educativo, se ve como una tarea fácil. Nada más lejos de la realidad,
puesto que un profesor no es una máquina que repite contenido como una máquina. Transmitir el conocimiento requiere de estrategias que implican el carácter reflexivo sobre el tema tratado. Por esa razón,
insistir en el concepto de pensamiento es importante.
Si eres un profesor universitario debes poder enfrentar las preguntas de los estudiantes. En el momento en que ellos reciben la información, usarán sus propios
referentes, sus propios horizontes de cultura para comprender lo que
están recibiendo. El mecanismo principal por el que lo consiguen es el juego de
asociaciones, del que parte todo entendimiento. Y aunque ellos, los alumnos, no sean conscientes del proceso, cuando hacen eso están pensando. Un profesor que logre tal
hazaña en sus estudiantes tiene el talento y la disciplina para hacer transmisible el conocimiento o las ideas de otros. Todo ello, a través de sus propias ideas para lograr
exponer las de otros.
Si comprendes que ser docente es la forma de transmitir ideas y no
solo información descriptiva, es muy probable que sea una de tus vocaciones. Inscríbete en la Universidad Internacional de Valencia y cultiva las estrategias para enseñar y
hacer pensar a tus futuros estudiantes. Una maestría o una carrera de grado en educación son las opciones que la universidad online tiene para que contribuyas con la transformación
social.